La fisioterapia es crucial para personas con coagulopatías, ya que ayuda a mejorar su calidad de vida y prevenir complicaciones. Esta especialidad permite mantener la movilidad, fortalecer los músculos y mejorar el equilibrio, lo que reduce el riesgo de caídas y lesiones. La evaluación física es necesaria para identificar limitaciones, determinar el enfoque de tratamiento adecuado y establecer objetivos realistas. Además, permite monitorear la evolución del paciente y adaptar los ejercicios según sus necesidades, asegurando un proceso de recuperación seguro y eficaz.